Máximo Corvalán-Pincheira
COSTA SECA (2017), acción gráfica donde se traza el área en disputa entre Chile y Perú, con un carro tizador y salitre, en la frontera de ambos países. El problema se produce cuando se llega al mar. En el ir y venir de la marea, la línea se va borrando constantemente, insistiendo una y otra vez en re-dibujar, convirtiendo el gesto en una tarea obsesiva y absurda.
Los proyectos e instalaciones de Máximo Corvalán-Pincheira dan cuenta de una profunda reflexión sobre las contradicciones de la sociedad moderna de consumo. A través de su obra busca referir, en forma irónica, la subsistencia de problemas contingentes no solucionados, tales como los procesos históricos del último tiempo, la inmigración o los levantamientos sociales.
Esta obra fue parte de la residencia Hawapi y de la Bienalsur.